Hola, ¿cómo estás?
Un cuento maravilloso de Ray Bradbury llamado ‘El ruido de un trueno’ explica con crudeza el efecto mariposa. Acá podés leerlo completo, pero voy a hacer un breve resumen. En el año 2055 un grupo de cazadores viaja en el tiempo para matar a un Tyrannosaurus rex. Es como un safari, pero con una consigna: no se puede alterar nada del ecosistema, así que deben moverse por una cinta que no toca el suelo.
“Por falta de diez ratones, muere un zorro. Por falta de diez zorros, un león muere de hambre. Por falta de un león, especies enteras de insectos, buitres, infinitos billones de formas de vida, son arrojadas al caos y la destrucción. Al final todo se reduce a esto: cincuenta y nueve millones de años más tarde, un hombre de las cavernas, uno de la única docena que hay en todo el mundo, sale a cazar un jabalí o un tigre para alimentarse. Pero usted, amigo, ha aplastado con el pie a todos los tigres de esa zona al haber pisado un ratón. Así que el hombre de las cavernas se muere de hambre”, advierte uno de los guías.
Durante el ataque al dinosaurio uno de los cazadores se asusta, sale del sendero permitido y pisa el barro. Al regresar al presente del relato, una vez terminada la faena, descubre una pequeña mariposa muerta en sus botas que desencadenó una serie de cambios notorios en la humanidad (modificación de la escritura del idioma inglés, del resultado de una elección presidencial, de la atmósfera, etcétera).
Sin entrar en proverbios chinos ni teorías del caos (el que guste puede profundizar con este artículo y esta película), me quiero quedar con esa pregunta: ¿Puede un hecho de una sutileza en apariencia banal modificar el universo de manera drástica?
***
Olimpiadas de París 2024. La periodista argentina Sofía Martínez le pregunta en inglés al tenista húngaro Marton Fucsovics por un tatuaje y le pide que lo muestre a cámara: es un mate con bombilla y todo. El deportista desarrolla:
“Porque amo el mate. Estoy bebiendo mate desde hace tres meses y creo que mi vida ha cambiado por el mate (…) uno de mis amigos me dijo que es muy saludable y es bueno para el estado de ánimo y me da mucha confianza. Así que me siento mucho mejor desde que estoy bebiendo mate (…) Sé que no es muy popular, pero vi que algunos jugadores de fútbol están tomando. Leo Messi y Dominik Szoboszlai (futbolista húngaro) toman mate y parece que funciona para ellos”.
Fucsovics tiene 32 años y se encuentra en el puesto 83 del ranking mundial. Ganó dos títulos ATP en toda su carrera, su mejor resultado en un Grand Slam son unos cuartos de final en Wimbledon, y se ha coronado en seis challengers. En resumidas cuentas, se encuentra lejos de la élite del tenis mundial (aunque mucho más cerca que este atrevido que escribe desde la comodidad del teclado), y por su edad es difícil que pueda convertirse en una estrella. Sin embargo, su nombre fue convocado por otras razones.
La situación de Szoboszlai es diferente: 23 años, jugando en el Liverpool de Inglaterra, una carrera en ascenso. Tampoco deslumbra. No hay que olvidarse que decir Hungría y fútbol nos remite necesariamente a Ferenc Puskás, la leyenda que da nombre al premio al mejor gol del año. De todas formas, Marton explica en la entrevista que la persona que le convidó la bebida más rica del mundo fue un amigo húngaro del que no da otra información.
***
Hasta hace algunos años, conseguir yerba en Hungría no era nada sencillo. De hecho, en esta publicación que hizo la Embajada Argentina en Budapest en el año 2017 se puede ilustrar esa escasa popularidad de la que habla Marton. Después de la pandemia, la situación parece haber cambiado. Recorrí algunos sitios que ofrecen yerba y saquitos de mate cocido (la forma en que ha conquistado algunos paladares europeos). El más curioso me pareció este, porque no tengo idea de lo que son esas hojitas de colores. Pobre el que meta eso en una calabacita. Capaz termina viendo el Mundial de Japón como el Pity con sus velas.
Dejando de lado el chiste hay un boom en el consumo mundial. Esta nota del Instituto Nacional de la Yerba Mate nos dice que las exportaciones aumentaron por encima del catorce por ciento este año. Cabe recordar que el Ilex paraguariensis crece en Paraguay, el noreste de Argentina, sur de Brasil y algunas sierras boscosas uruguayas. Es decir, una zona bastante reducida para tratarse del preciado néctar que el mundo está descubriendo. También debe señalarse que el proceso de producción desde la siembra al paquete es complejo y largo.
La primera reacción a las palabras de Marton por parte de la zona productora de yerba mate fue de orgullo. Es lógico. Se trata de una industria que motoriza la economía de la región. A su vez, la conclusión a la que llegó el ignoto tenista húngaro desborda de sentido común. Lionel Messi es junto con Diego Maradona uno de los mejores jugadores de fútbol de todos los tiempos. Si ese muchacho toma mate, una probadita no me va a hacer mal. Ahora bien, hagamos zoom ahí. El fútbol es sin lugar a dudas el deporte más popular de todo el mundo. Tiene más de cuatro mil millones de aficionados y un cuarto de esa cifra lo practica en forma amateur o profesional. Todas esas personas saben quién es Messi. Dos días después de conquistar el Mundial de Qatar 2022, el 20 de diciembre, el genio rosarino se sacó una foto con el trofeo más preciado y tomando un mate. Es la tercera foto con más ‘me gusta’ de la historia de Instagram (la primera también es de Messi y fue tomada el mismo día de la consagración). Tiene más de cincuenta millones de reacciones positivas. En esa misma red social Messi cuenta con quinientos millones de seguidores. Más del noventa por ciento no son de nuestro país.
¿Qué pasa si un porcentaje de esa masa saca la misma conclusión que Fuscovics? ¿Y si muchos otros deportistas imitan la costumbre del uno entre los unos? Después de un periodo de bonanza ¿puede llegar a escasear la yerba? ¿Es el ilex paraguariensis el nuevo brote verde de la economía argentina? ¿Será un tenista húngaro la punta del iceberg distópico para quienes amamos el mate?
Las consecuencias del efecto Marton todavía son un misterio.
***
Quiero agradecer a todas las personas que se vienen sumando a la comunidad y también pedirles que me den una mano para que esta entrega pase de boca en boca como el mate nuestro de cada día. También le digo gracias a quienes empezaron a colaborar (sin otro beneficio, por el momento, que mi supervivencia). Para las nuevas visitas les dejo el aviso parroquial:
Si te gusta este contenido podés colaborar para que al calor de un fueguito la calabaza siga pasando de mano en mano de las siguientes maneras:
- Mate listo (anual)
- Aportes ordinarios, extraordinarios y groseros a:
CBU: corresponsal.deyerba
Caja de Ahorro del Banco Francés a nombre de Santiago García
También invitando a otras personas a la ronda. Podés mirar las ediciones anteriores en corresponsaldeyerba.substack.com.
¡Nos seguimos encontrando!
Hermoso!! Me lo guarde para disfrutarlo con tiempo, como a un buen mate con espumita